Tecnología con propósito para una ciudadanía global
En el marco del programa Conversaciones sobre Educación para una Ciudadanía global con sentido de Fundación SM, se celebró el pasado miércoles 17 de marzo el séptimo encuentro virtual “Tecnología con propósito para una ciudadanía global”. En la conversación participaron:
- Francesc Pedró i García. Competencia digital para una ciudadanía global. Director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC).
- Fernando Trujillo Sáez. Profesor de la Universidad de Granada y socio fundador de Conecta13. Transformación digital y ciudadanía global.
- Pedro Jara. La transformación digital en un centro educativo. Coordinador TIC del colegio Escuelas Pías San Fernando, de Pozuelo de Alarcón, Madrid
Y moderó Augusto Ibáñez. Director corporativo de proyectos educativos especiales del Grupo SM. Coordinador del proyecto Ciudadanía Global.
Nuevas tecnologías y Ciudadanía global son dos ejes de altísimo potencial educativo, pues pueden aportar a los alumnos recursos tecnológicos que les permitan leer mejor la realidad y actuar más efectivamente sobre ella. Debemos tener en cuenta que estos meses de pandemia y de cierre de colegios han supuesto la mayor experiencia de aprendizaje en remoto, y nos ha mostrado que dicho aprendizaje no ha sido equitativo, al revés, ha ahondado la brecha de la inequidad. La tecnología es un amplificador, y demuestra que aquello que funciona bien, con las tecnologías mejora, pero aquello que funciona regular, con las tecnologías funciona mucho peor.
¿Qué estamos en condiciones de hacer?
Francesc Pedró, nos dice que la cuestión que debemos contestar no es lo que deberíamos hacer sino lo que estamos en condiciones de hacer.
Hoy sabemos que hay dos requerimientos muy básicos que debemos cumplir, pero que no podemos cumplirlos de forma inmediata:
- La realidad de muchas personas, especialmente alumnos, que se ha puesto de manifiesto durante esta pandemia, es la imposibilidad de acceso a internet. La conectividad debe ser considerada un derecho fundamental para el siglo XXI. Sin esta conectividad hay una considerable merma de bienestar y se impiden el ejercicio de otros derechos. Por tanto, el acceso a las redes y plataformas a través de internet es una condición necesaria, pero no suficiente.
- El otro requerimiento básico es lo que pueden hacer o no con esa conectividad, y aquí vuelve a surgir una brecha de inequidad, pues hay un uso muy diferencial de esa posibilidad. Para millones de personas la conexión se queda en el ocio pero no se traduce en aprendizaje ni en caminos profesionales.
Por eso el derecho al acceso debe ir acompañado de un proceso de aprendizaje del uso de la conectividad, de lo contrario las inequidades educativas se verán incrementadas, como estamos viendo en este tiempo de pandemia.
¿Cómo utilizar la tecnología?
Fernando Trujillo
Incidiendo en lo apuntado por Francesc, la salida de la actual crisis será probablemente en forma de K invertida, es decir con dos líneas divergentes: unos crecerán y avanzaran y otros se quedarán cada día más retardados y en dirección contraria. La pandemia está siendo una experiencia de aprendizaje muy fructífera para unos, otorgándoles mayor autonomía y reforzando su visión más compleja de la sociedad. Pero para otros es un esfuerzo que les está perdiendo, dejándolos atrás en los aprendizajes y en lo social.
No podemos dejar de usar las tecnologías en la educación, aunque no tengamos claro lo que aportan, pues debemos seguir el avance que suponen para la Sociedad actual. Pero sabemos que las tecnologías en la educación traen algunos problemas claros:
- El solucionismo tecnológico: creemos que todo se puede solucionar con mejoras tecnológicas y no es así. La tecnología no resuelve problemas antiguos ni nuevos.
- El nativismo digital: el buen uso de las tecnologías está relacionados con las prácticas sociales y los aprendizajes, no con haber nacido en la era digital
- La vulneración del derecho a la educación: con el cierre de las escuelas y las clases online hemos descubierto que no todos los alumnos tienen el acceso, la tecnología, los dispositivos ni la competencia para recibir las clases en sus casas. Esto es una vulneración de sus derechos.
¿Qué podemos hacer? Utilizando unas metáforas o imágenes
- La tecnología debe ser como un calzo que ayuda a avanzar a la educación en el mismo sentido y capacidad que a la sociedad.
- La tecnología como un rail sobre el que conducir los aprendizajes básicos
- La tecnología como palanca de oportunidades que potencie conocimientos, avances e innovaciones.
En conclusión, la tecnología por sustitución aporta poco, por ampliación permite llegar a dónde antes no era posible.
La experiencia de la aplicación de las nuevas tecnologías en el aula
Pedro Jara
- Para aplicar exitosamente las nuevas tecnologías en un colegio lo primero es la formación del profesorado. Esta idea es la clave. Y la ha corroborado la pandemia.Solo en los centros donde el profesor tenía formación en tecnología las clases virtuales han sido exitosa y aprovechadas por los alumnos.
- También ha contribuido al éxito que los colegio tuviesen desde hacía años un hábitat y una experiencia del uso y la practica de aprendizajes digitales. En las aulas en las que el profesor y el alumno estaban familiarizados con los aprendizajes digitales y con metodologías activas como el aprendizaje-servicio, por proyectos o cooperativos, todo ha sido mucho más fácil.
- Más que en dispositivos hay que pensar en entorno digitales que permitan el trabajo y las comunicaciones de forma y metodología amigable.
- A los alumnos hay que acompañarlos, hacerles un seguimiento constante por parte del profesorado y evaluar con frecuencia los procesos para saber lo que funciona y lo que no se está haciendo bien
- Hemos descubierto que los temarios son demasiado extensos, así que hemos aprendido a ir a lo fundamental y crear materiales propios con lo esencial.
- Hemos potenciado el aprendizaje invertido con buenos resultados
- Los alumnos que más e han resentido han sido los de infantil y primaria, ya que dependían demasiado de los padres y su atención hacia las pantallas es muy discontinua. Son ellos los que más han sufrido el aislamiento y la falta de socialización.
En resumen, los centros que mejor han afrontado los aprendizajes en remoto han sido aquellos cuyos profesores estaban mejor formados, el centro tenía ya cultura digital, se han combinado las tecnologías con metodologías que sirven para pensar, crear y colaborar, se ha ido a lo imprescindible del currículo, se ha evaluado constantemente y se ha tenido una especial atención a los más pequeños.
¿Cómo aprovechar los aprendizajes de este periodo de pandemia
Augusto Ibáñez plantea la pregunta para el debate entre los tres ponentes.
El profesor Francesc Pedró indica que debemos ganar fluidez para aplicar las nuevas tecnologías allí donde sean más eficaces y complementen mejor los aprendizajes. Las soluciones tecnológicas deben estar presentes allí donde aporten soluciones.
El profesorado debe tener más tiempo para su formación y reflexión. No podemos pedirle capacidad de transformación, de adaptación y de formación continua si carecen de tiempo para ello. Sin ese tiempo el profesor no tendrá capacidad de innovación ni de transformación.
También se deben revisar los planes de formación d ellos docentes, demasiado anclados en un pasado en donde las nuevas tecnologías no existían.
El profesor Trujillo añade que es importante que los centros elaboren un proyecto digital que responda al qué y al para qué de lo que se quiere hacer con ese proyecto. Y ponerlo en marcha.
Dicho proyecto digital de centro debe contener 3 elementos básicos:
- Una dimensión estructural que tenga en cuenta los tiempos y espacios del propio centro, así como sus redes y dispositivos disponible.
- Dimensión organizativa, la gobernanza y gestión del centro. Aquí también se incluye la formación permanente del profesorado y la creación de redes colaborativas dentro y fuera del centro.
- Dimensión pedagógica, la reflexión sobre los modelos de aprendizaje que son ya necesariamente híbridos, y que lo venían siendo desde hace tiempo. Las tecnologías deben ser solo un apoyo para las nuevas estrategias de aprendizaje y facilitar la inclusión. La tecnología debe ayudar a la inclusión y no al revés.
Por su parte el profesor Pedro Jara comenta que en su colegio lo que se pretende es introducir metodologías activas que impliquen a los alumnos. La tecnología debe ayudar a esta aplicación, si no ayudan no se utilizan dispositivos ni redes.
También incide en al necesaria y vital formación del profesorado, que ha sido educado en formas y métodos no presenciales y con escasos conocimientos de los entornos digitales. Dicha formación debe ser planificada y permanente, a largo plazo, impartida por docentes con experiencia de aula y con experiencias compartidas de buenas prácticas.